La perspectiva que se tiene sobre la migración de osos en América podría cambiar. Bajo el agua de unos cenotes en la Península de Yucatán se encontraron restos de cuatro osos del género Arctotherium, una especie extinta. Estos restos tienen una antigüedad de 11 mil 300 millones de años y es hasta el momento son los únicos restos de su tipo que se ha encontrado en el lugar.
Los huesos se hallaron dispersos en un espacio que mide 120 metros de diámetro, y se estima que podrían corresponder a una familia de osos, toda vez que dos de los cráneos corresponden a una hembra y a un macho, y los otros a subadultos.
¿Y qué hacían esos osos bajo el agua? Antes de la última glaciación los Cenotes eran un sistema de cuevas secas, el lugar ideal para este tipo de animales. En un principio se creyó que estos restos pertenecían a los de algún felino como los jaguares; pero por la forma de sus molares y premolares se concluyó que pertenecían a osos.
Este descubrimiento tendrá seguramente muchas consecuencias. Primero que nada encontrar un oso de esa antigüedad en una zona donde nunca se había encontrado uno cambiará la perspectiva que se tiene sobre la migración de los osos en América.Anteriormente se habían descubierto restos de osos del mismo género pero de cráneo más pequeño en cuyo cráneo es más pequeño en Chile, Argentina y Brasil. A diferencia de estos países quienes encontraron solo partes de mandíbula, los restos encontrados en México están intactos; los cuatro cráneos están completos.
También invitará a más investigadores a que busquen más restos de sobre vida prehistórica en ese lugar. A 30 metros del lugar se encontraron cinco huesos humanos que pertenecerían a uno de los primeros grupos que poblaron América. Aún no se sabe si estos restos tienen alguna relación con los de los osos. Sin duda, todavía queda todo un fascinante misterio que descubrir tanto en los Cenotes como en toda la Península de Yucatán.
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